Hace unos años ya que se hizo una serie Argentina que tenía este nombre tan particular: "Un gallo para Esculapio". Para aquellos que sabíamos quien era Esculapio, quizás, podíamos relacionar al gallo en esta historia.
¿Por qué un gallo? ¿Quien es Esculapio?
Sin dudas la serie no solo me atrapó por el nombre, sino también por su contenido. Y si adivinan, había un gallo (o muchos). No está demás aclarar que dentro del espectro histórico, la serie no recopilaba nada en absoluto ya que su contexto y trama se enfocaban en la actualidad y con problemáticas contemporáneas. Quizás podría buscarse alguna respuesta filosófica de porque ese nombre.
Bueno, aquí no nos vamos a ocupar de eso, sino de llevar luz sobre ese título tan gracioso para algunos como curioso para otros. Cual es el sentido del gallo y porque se lo relaciona con este personaje.
Para esto debemos remontarnos a un punto específico como es Grecia, y en un momento histórico como es lo que conocemos como antigüedad.
Es aquí, en este tiempo y en este lugar que Esculapio (conocido así por los romanos), también era llamado Asclepio por los griegos y era el dios de la medicina, hijo de Apolo, pero educado en esta actividad por el centauro Quirón (quien también educó a Aquiles).
Sabía tanto de medicina que incluso había llegado a revivir a los muertos, cosa impensada para cualquier mortal. Y esto (como suele pasar con los dioses) no le agrado demasiado a Zeus, quien con un rayo fulminante decidió atacarlo y lo mató. Pero, fue curiosamente por esto convertido en un Dios y llevado al Olimpo, quizás como recompensa a su dedicación y conocimiento en este arte.
Por otro lado, la mayoría de las representaciones de los dios nos daban a entender quizá a través de símbolos destacados el tipo de poder y en el caso de Esculapio era común verlo portando un bastón que era enrollado por una serpiente y que no tan curiosamente es el símbolo de la medicina. El bastón se conocía como un portador de poder para curar a las personas y la serpiente representa la muda de piel, el rejuvenecimiento.
Ahora puedo decir que creo haberlos puesto en contexto y les di el toque mitológico de manera abreviada, aunque no menos importante a los fines.
Pero, ¿Que tiene que ver con todo esto un gallo? Paciencia, ya vamos a eso!
Vayamos a la cuestión histórica.
En la Antigua Grecia, la medicina era cosa sería. O sea, iba más allá de la charlatanería. Quienes se dedicaban a esta actividad se tomaban muy en serio sus prácticas y utilizaban todo tipo de instrumentos y plantas para una mejor terapia del enfermo.
Si el enfermo se curaba, usualmente le entregaba algo al médico. Incluso se hacían estatuas de oro, marfil, cera o incluso arcilla, de las partes del cuerpo que habían sido curadas, en honor a aquellos que habían ayudado a que se recuperarán.
Pero también se entregaban otro tipo de objetos, que no eran necesariamente inanimados.
Hay dos libros muy geniales que todos deberíamos leer aunque sea una vez. Son los diálogos de Platón,los cuales son muchos, pero nos enfocaremos en dos; uno se llama Critón y el otro Fedón. Estos diálogos representan las últimas conversaciones entre Platón, Critón y Socrates, antes de que esté último muera al consumir el veneno por el cual se daba la muerte a los condenados.
(Aunque aquí nos interesa particularmente el Fedón, recomiendo todos los diálogos de Platón.)
Puntualizando en el Fedón, al finalizar este diálogo, un hombre llega a la celda (presumimos que es un médico) de Sócrates, quien estaba con Critón. Este llega para su comentado, le entrega la cicuta, veneno por el cual se llevaba a la muerte a los condenados y Socrates, en un claro estado de tranquilidad y plenitud le pide amablemente que lo instruya para hacerlo de manera correcta y entender como proceder una vez consumido el veneno.
Sócrates bebió el veneno y al cabo de un rato de pasearse por la habitación (como le recomendó este sujeto), comenzó a sentir las piernas pesadas. El hombre se le acercó y comenzó a examinarlo en reposo. Sócrates ya no sentía los pies ni las piernas. Sus manos estaba rígidas aunque había llegado a subirlas hacia su rostro y todo su cuerpo tomaba el mismo aspecto.
El supuesto (para nosotros) médico les comento a los presentes que el frío comenzaría a subir por el cuerpo del condenado y llegaría a su corazón. Pero un instante antes de que esto pasara, Sócrates sacó sus manos de su rostro y le dijo a Critón: "le debemos un gallo a Esculapio, no te olvides de pagar esta deuda".
Así, entre mitos, recuerdos y conversaciones del mayor nivel filosófico, Sócrates nos deja esta frase y nos recuerda que a pesar de todo, el seguía queriendo agradecer con un sacrificio al dios Esculapio que lo guió hacia la muerte.
Agradecer y comprometerse con un sacrificio era la orden del día en este lugar y en este tiempo. Un gallo podría haber sido un perro, una cabra o un animal de mayor tamaño, animales típicos de los sacrificios en Grecia. Pero en este caso fue un gallo, quizás un animal especial para Socrates o para Platón, quizás un suspiro final, un sin sentido con mucho sentido de un hombre al borde mismo del umbral de la muerte.